Luego de un largo trayecto en bicicleta, desde San Juan a Plaza Congreso, los ciclistas que partieron de la ciudad de Jachal, para que no se derogue la Ley de Glaciares, llegaron a destino.
En la meta se encontraban distintos referentes del arco sindical, político y de organizaciones sociales. Entre ellos, se encontraba Claudio Lozano, presiente UP, quien sostuvo: «son 1400 kms de dignidad política, de lucha social, contra las aberraciones producidas por los derrames de cianuro, y frente al objetivo nefasto del gobierno que pretende derogar la actual legislación en tema de glaciares, una legislación que fue trabajada en el Parlamento Nacional por la compañera Marta Maffei, que, a partir del momento en que se discutió la Ley se plantaron todos los obstáculos habidos y por haber para que no se aplique. De hecho fue vetada por la propia ex-presidenta Cristina Kirchner y hubo varios intentos de modificarlas, a través de las diversas triquiñuelas de todo tenor realizadas por las principales provincias mineras para tratar de garantizar que los proyectos de minería a cielo abierto sigan prosperando».
En la plaza, se encontraba, Moira Villan, movimiento mujer originaria, quien explicó que «todos los territorios y la vida humana se estructura a través del agua. El hecho de que se pretenda seguir asesinando una fuente vital como el agua, privatizándola y contaminándola, es tremendamente repudiable y tenemos que unir la diversidad en este país donde somos 37 naciones originarias más el pueblo argentino, para evitar esta barbaridad que quiere hacer el gobierno».
Cerca se encontraba Juan Pose, de la juventud de Unidad Popular, que dijo que «el debate pasa más allá de los negocios. Y de fondo está la protección de los glaciares, lo cual conlleva a la contaminación de todos los ríos que se desprenden de ellos. Así que estamos apoyando a toda la gente que viene pedaleando desde Jachal para que se sientan apoyados en C.A.B.A. y que puedan ser escuchados sus reclamos».
Una vez que los ciclistas fueron saludados por la gente y reporteado por los medios, comenzó un acto, el cual fue boicoteado por alguna mano siniestra que no prendió el alumbrado, dejando a oscuras, a medida que se hacía de noche, a los oradores.
Pérez Esquivel, premio nobel de la paz, dijo, mirando a la multitud que «las empresas trasnacionales como la Barrick contaminó y destruyó. Y eso no daña sólo la vida del ser humano, sino de todo ser viviente, de los animales y la vegetación, y creo que la única forma para hacer frente a esto es la unidad en la diversidad, no es necesario que todos pensemos igual, pero si tener objetivos comunes, defender el derecho de nuestro pueblo.
Esquivel, tomó aire y gritó «¡LOS GLACIARES NO SE TOCAN!», consigna que fue repetida por el público con energía.
Luego llegó el turno de Miguel Bonasso, escritor y periodista, quien enunció que «defender los glaciares es defender el agua, muchos de acá no entienden la consigna porque toman agua del Río de la Plata. Por tal razón no se tiene el respeto debido por lo que les pasa a estos compañeros. La Barrick Gold les envenena 5 ríos y las napas subterráneas, le dejan un legado cancerígeno en su territorio. Por eso están estos compañeros en esta lucha tan activa, no tenemos que quedarnos en palabras, debemos organizarnos y demostrar a los poderosos, a los ingenieros, a los CEOS de las grandes compañías que han comenzado a secuestrar y a matar como sucedió con Maldonado y Nahuel, en defensa de las supuestas inversiones. No van a parar, y sólo podemos pararlos nosotros y, para pararlos, es necesario actuar no sólo hablar. Por eso quiero reiterar que, yo estoy acá porque estoy de corazón con los que luchan, y siempre estaré con ellos.
La oscuridad ya no dejaba ver nada, la Plaza nunca había estado tan oscura, parecía imposible poder tomar algún registro del testimonio de los ciclistas, pero ante el sometimiento del sector dominante, nació la inteligencia del pueblo y la mayoría de los presentes puso sus celulares en modo linterna, iluminando así al orador final.
Este era Mingo de Jachal, así le dicen al ciclista que ofició de orador por la Asamblea Jachal no se toca, quien comentó la hazaña realizada: «Nosotros traemos el mensaje de la Asamblea de Jachal, somos los que anduvimos estos kilómetros de la lucha por la Ruta de los Olvidados, que hemos recorrido pueblos, dormido en catres y camas cedidos por campesinos que nos daban alojamiento. Somos nosotros los que traemos una bandera que no queremos que se insulte más. Una bandera que dice que la ley de glaciares no se tocan, porque los glaciares no se tocan, porque Jachal vive, porque Jachal canta, camina, pedalea, pone el cuerpo, asume la lucha y se hace sangre en la lucha».